La clínica está integrada por neurólogos especialistas en movimientos anormales, con experiencia de más de veinte años en el uso de la toxina botulínica, terapistas ocupacionales y  kinesiólogos.

La toxina botulínica es un producto biológico de gran utilidad en todas las enfermedades que cursan con contracciones musculares sostenidas, como es el caso de las distonías (blefaroespasmo, distonía oromandibular, distonía craneana, cervical y tarea específica), la espasticidad (secundaria a accidente cerebrovascular, parálisis cerebral, traumatismos de cráneo  o medulares), en el hemiespasmo  facial, en migraña crónica, y en patologías que presentan exceso  de saliva e  hipersudoración.

Diagnóstico y Tratamiento

Brindamos todo el asesoramiento necesario para el tratamiento y control de las mencionadas patologías.

Nuestros objetivos son, en primer lugar, establecer el diagnóstico de la enfermedad y analizar, si el tratamiento con la toxina puede mejorar los síntomas, buscando así mejorar la calidad de vida de los pacientes, con esta estrategia terapéutica, que ha demostrado ser de gran valor y eficacia.

Se trata de un procedimiento que se realiza en el consultorio, sin necesidad de internación o cuidados especiales. El paciente recibe el tratamiento y a continuación puede seguir con sus actividades habituales.

Contamos con equipos de electromiografía, electroestimulación, ecografía y tomografía axial computada, para casos más complejos.

Docencia

La clínica de toxina botulínica es un centro de referencia en el país. Además de la práctica asistencial se realizan actividades académicas y docentes. Las tareas de docencia incluyen la formación de grado, donde se forman alumnos de la Universidad Favaloro; y de posgrado, con participación en la formación de residentes de la especialidad de Neurología de la propia residencia y de todo el país para su capacitación, en las enfermedades, en las cuáles es útil el uso de la toxina botulínica.