No todo es coronavirus: instituciones médicas advierten sobre las enfermedades que no pueden esperar

No todo es coronavirus: instituciones médicas advierten sobre las enfermedades que no pueden esperar

El aislamiento por la pandemia generó una fuerte baja en las consultas de pacientes cardíacos, oncológicos y neurológicos, que preocupa a los especialistas.

La premisa de quedarse en casa es clara, necesaria y además obligatoria, pero las medidas de prevención frente a la pandemia por coronavirus suponen un conjunto de restricciones que exceden lo laboral, lo social y lo académico, y tocan muy de cerca la salud general de las personas. Sobre todo la de aquellos que cargan con patologías previas y que, sean considerados pacientes de riesgo o no frente al Covid-19, comenzaron a desatenderlas para aislarse en la más estricta cuarentena.

En efecto, en lo que va de esta elástica e indeterminada pausa, “las medidas de aislamiento y distanciamiento social resultaron efectivas para reducir la propagación del virus, pero por otro lado, han generado la cancelación de consultas y procedimientos médicos“, mencionan desde un conjunto de instituciones especializadas. “La atención en guardia disminuyó un 30% en marzo y un 50% en lo que va de abril. Nos preocupa que los pacientes no concurran ante una emergencia o lo hagan de forma tardía aún sintiendo dolor o malestar”, alertó Alberto Alves de Lima, director médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).

Y es que estas enfermedades, así como las neurológicas y oncológicas siguen su curso, más allá y a pesar del coronavirus. Desde el Fleni, el Instituto Alexander Fleming y la Fundación Favaloro se suman a esta percepción, y refuerzan que el éxito de todo tratamiento está en no interrumpirlo, ya que “hay enfermedades que no pueden esperar”. La misma recomendación cabe para la consulta a emergencias médicas, puesto que “los minutos cuentan y salvan vidas”.

Los datos que informan en Fleni también son llamativos. Su director médico, el doctor Claudio Pensa, detalla que “en el centro de agudos de nuestra sede de Belgrano, de las 25 mil consultas mensuales que solemos tener hubo una caída del 90%. Asimismo, de las 2 mil consultas al mes en nuestra área de Emergencias, encontramos una reducción de más del 60%. Con respecto a los ACV, no hubo un cambio sustancial en el número de pacientes con eventos severos pero sí, en forma preocupante, vemos un descenso importante de las consultas por episodios leves y especialmente por eventos transitorios (AIT) cuya consulta ha caído más de un 70%”.

La foto es general y las diferentes entidades se encontraron con números decrecientes en cuanto a consultas y procedimientos, algo que también se observa a nivel global. “Esto no es algo propio solo de nuestro medio, reportes internacionales coinciden en estas cifras”, refieren en el Hospital Universitario Fundación Favaloro, donde la baja da cuenta desde el inicio de la pandemia.

“Las consultas y procedimientos necesarios por cuadros cardiovasculares han descendido de un 40% al 80%, inclusive en cuadros agudos como el infarto. Es muy importante que informemos acerca de las medidas de seguridad que las instituciones hemos implementado, y mantengamos contacto con los pacientes. Nuestro compromiso es poner a disposición todas las herramientas para que quienes deban iniciar o continuar sus tratamientos, puedan hacerlo, y quienes necesiten un estudio para alcanzar un diagnóstico oportuno, también puedan recibirlo”, cuenta el titular del Hospital Universitario, Matías Fosco. 

Por su parte, el doctor Federico Coló, a cargo del Fleming, destaca que “el punto crítico es la caída de la actividad en consultorios externos. El acceso del paciente al IAF ocurre por ahí, y eso impacta directamente en las prácticas ambulatorias: imágenes, medicina nuclear, laboratorio y hospital de día, como así también en cirugías (40% con internación). En Guardia la caída de la actividad es cercana al 50%, con impacto también en internación (15% de las atenciones)”, pormenoriza.

Pero así como el porcentaje de pacientes con comorbilidades baja en los centros especializados, el país se subió a los primeros puestos en cuanto a cantidad de médicos contagiados por coronavirus: el 14% dio positivo en los test, lo que representa a 374 trabajadores de la salud. Este tipo de información es la que repliega en sus casas, todavía más, a quienes se saben población de riesgo. Por ello, desde las instituciones enfatizan en aclarar que frente a la pandemia, se extremaron las medidas de seguridad para proteger a los pacientes y al personal sanitario.

Cada espacio cuenta con protocolos adheridos a las normas del Ministerio de Salud de la Nación, el Ministerio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Sociedad Argentina de Infectología y la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, como así también las reglas emanadas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades​ de los Estados Unidos (CDC) que incluyen: uso de barbijos/tapabocas y de todos los elementos técnicos de protección personal, firma de declaración jurada en donde aseguran no padecer síntomas relativos al coronavirus y reducción de acompañantes evitando aglomeraciones, entre otras.

También se incorporaron modalidades de atención a distancia con resultados muy satisfactorios como las teleconsultas. “Estamos preparados para recibir a los pacientes y juntos seguir tratando su enfermedad, porque hay enfermedades que no pueden esperar“, insisten. Además, es un momento en el que este tipo de patologías deben mantenerse lo más contenidas posibles para, precisamente, bajarle barreras al Covid-19 y evitar un riesgo mayor por el deterioro de la salud.

FUENTE: CLARIN