El pericardio es una serosa (membrana)  que recubre el corazón y lo contiene . No es indispensable para el funcionamiento cardíaco. De hecho, los pacientes a quienes se les extrae esta membrana no presentan una disfunción cardíaca importante.

Esta serosa se puede alterar provocando Pericarditis aguda; Derrame pericárdico y Pericarditis constrictiva.

La pericarditis aguda es una inflamación habitualmente provocada por gérmenes. La más frecuente es la pericarditis viral que aparece luego de una infección generalmente respiratoria. El paciente tiene dolor precordial que puede simular el dolor de un infarto de miocardio y que le aumenta al inspirar y al examen físico tiene un ruido característico denominado “frote pericárdico”.El diagnóstico se efectúa con estos elementos y los cambios del electrocardiograma. Es una patología benigna pero puede  reaparecer una vez curada (recurrencia) en un 30 % de los casos .Se trata con antiinflamatorios no estreoides (ibuprofeno) y colchicina que previene la recurrencia. Generalmente se tratan ambulatoriamente. En algunas oportunidades la pericarditis aguda reviste mayor gravedad y hay que internar al paciente para estudiarlo y tratarlo mejor: son los que tienen fiebre muy elevada(que sugiere etiología bacteriana y no viral) o derrame pericárdico importante .

El pericardio tiene 2 “membranas” una visceral (pegada al miocardio o músculo cardíaco) y otra parietal (hacia fuera) con un espacio virtual entre ellas. Cuando se acumula líquido entre estas 2 membranas  el paciente tiene un derrame pericárdico. La causa del mismo puede ser múltiple (infecciosa, tumoral, traumática, enfermedades del colágeno ,etc ) .Se dividen en leves, moderados y graves. Estos últimos pueden provocar un cuadro agudo denominado “taponamiento cardíaco” con importante falta de aire (disnea) y shock( sudoración fría, hipotensión arterial)  que requiere asistencia inmediata .Se efectúa una punción o drenaje pericárdico que salva la vida del paciente .En el resto de los derrames se debe buscar  la causa y tratarla (hipotiroidismo, lupus eritematoso, etc).

Por último existe un cuadro crónico denominado pericarditis constrictiva: el pericardio se calcifica y comprime el corazón(principalmente el ventrículo derecho) y el paciente tiene edemas en miembros inferiores , hígado agrandado y líquido en el peritoneo (ascitis). La causa se desconoce en el 60 % de los casos; una tuberculosis contraída muchos años antes puede también provocarla. Es importante hacer el diagnóstico precozmente porque estos pacientes mejoran sustancialmente con la extracción y liberación quirúrgica.

Nuestro Hospital tiene un grupo de especialistas con amplia experiencia en  estas patologías. Es importante destacar que cada vez es más necesaria la multimodalidad de imágenes (ECO, TAC, RMN )  todas disponibles en  nuestro equipo para realizar un diagnóstico y tratamiento   correcto.