“Un fallecido es la vida para otro”,  señaló Alejandro Bertolotti a La Nación

“Un fallecido es la vida para otro”, señaló Alejandro Bertolotti a La Nación

Consultado por el diario La Nación  acerca de la alta cifra de personas que espera un trasplante, el Jefe de la Unidad de Trasplantes de la Fundación Favaloro Alejandro Bertolotti, expresó que “en Argentina hay muchos muertos que son donantes potenciales, sin embargo tenemos pocos trasplantes en relación a lo que se necesita porque el personal de la salud no está capacitado para sacar los órganos del donante”. Y agregó: “No nos entrenaron para cuidar órganos, eso no está en la currícula. Nos enseñaron a tratar pacientes con enfermedades, y cuando se decreta la muerte, listo se terminó. Hay que entender que un fallecido es la vida para otro”.

También Bertolotti reconoció el rol de Argentina como referente en el sistema de trasplante de órganos a nivel mundial, pero destaca la necesidad de profundizar en la educación sobre la calidad de procuración y hacer especial hincapié en los hospitales privados ya que la mayoría de los donantes provienen de establecimientos públicos. El año pasado el 82% de los donantes eran de hospitales públicos, y tan sólo el 18% de privados. “Pero la mayoría de los trasplantes se efectúan en los privados, entonces pareciera que terminamos haciendo usufructo de la procuración de los públicos. Los directivos tienen que comprender que sin donación no hay trasplantes”, dijo Bertolotti de la Fundación Favaloro.

Compartimos un fragmento del artículo:

Según las cifras publicadas en junio por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), de las 8017 personas que esperan un trasplante, el 92% necesita un riñón o hígado. Y si bien casi la mitad de estos pacientes aguarda entre 2 y 7 años por un nuevo órgano, 179 de ellos están hace más de 10 años en lista de espera.

El problema es que hay una asimetría entre la cantidad de pacientes en lista de espera, que crece entre un 5% y 10% al año porque los médicos tienden a indicar cada vez más los trasplantes como tratamiento de una insuficiencia orgánica, y el número de trasplantes. Si bien los trasplantes aumentaron en promedio un 6% por año desde el 2000 hasta la actualidad, esto no es suficiente para enfrentar las 8017 personas que aguardan un nuevo órgano. En los últimos 5 años, la tasa de trasplantes por millón de habitantes fue alrededor de 41, lo que significa que se efectuaron casi 1752 trasplantes por año. Esta cifra es muy alta en comparación con los años anteriores, pero todavía refleja un déficit a la hora de combatir las necesidades del sistema.

Además del 92% de los casos, que necesita un riñón o hígado, en la lista de espera hay pacientes que aguardan otro tipo de trasplantes: 188 pulmonar, 157 renopancreático, 135 cardíaco, 28 hepatorrenal, 12 pancreático, 10 intestinal, 7 cardiopulmonar, 4 cardiorrenal y 1 hepatointestinal.

Con respecto a 2017, hasta junio se realizaron 870 trasplantes, entre ellos 545 renales y 208 hepáticos a partir de 266 donantes. Esto significa que la actividad de trasplante de órganos aumentó un 12,33% en el primer semestre del 2017, en relación al mismo período del 2016. Además, el incremento más significativo se produjo en los trasplantes de hígado con una suba de 23,84% y de riñón con 9,71%.

Fuente: “El 93% de las personas que esperan un trasplante necesita un riñón o hígado”, La Nación, 27/07/17.