Cuántas horas duermen los argentinos y qué hábitos ayudan a mejorar el sueño

Cuántas horas duermen los argentinos y qué hábitos ayudan a mejorar el sueño

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) presentó la primera Encuesta de Uso del Tiempo, el que midió la cantidad de horas diarias que los argentinos dedican a realizar sus actividades productivas, personales y recreativas.

Una de las mediciones fue calcular cuánto tiempo se destina a dormir. Según el estudio, que se realizó entre octubre y diciembre de 2021, el promedio de horas de sueño por día en la población 8:27 horas.

“Es un buen numero, y muy por encima de otras encuestas que ponen el promedio un hora o más bajo. También es casi media hora más a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud”, explicó a Newsweek Argentina Mirta Averbuch, jefa de la Unidad de Medicina del Sueño del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.

Un dato que no menciona el estudio del INDEC es la diferencia entre los distintos grupos etarios, algo que la especialista considera “fundamental”, ya que el tiempo de sueño cambia según la edad.

Por ejemplo, los bebés pueden dormir hasta 17 horas de forma “discontinua”; los niños en edad escolar necesitan entre 9 y 11 horas solo de forma nocturna; y los adolescentes de entre 14 y 17 años requieren de entre 8 a 10 horas, aunque según Averbuch “si se los deja librados pueden dormir muchísimo más”.

En el caso de los jóvenes y adultos de entre 18 y 64 años, el sueño recomendado es de 7 a 9 horas. Los adultos mayores suelen hacerlo entre 7 y 8 horas, “con un sueño más superficial y fragmentado”, y suelen acostarse más temprano que el resto.

DORMIR MAL AFECTA A LA CALIDAD DE VIDA DIARIA

De acuerdo a una encuesta de la Asociación Argentina de Medicina Del Sueño, durante el aislamiento por la pandemia, el 53% de los argentinos aseguró que dormía mal, mientras que el 47% manifestó tener problemas para conciliar el sueño. Además, el 23% dijo tener pesadillas y malos sueños.

La especialista de la Fundación Favaloro señaló que si bien esos números se han modificado, los niveles de insomnio aún se mantienen en un porcentaje muy alto y la situación es “alarmante”.

“Hoy en día el problema que nos quita el sueño es la incertidumbre por el futuro. Esto hace que la gente no pueda dormir bien, principalmente en el grupo entre 30 y 50 años. A esto se agrega el uso indiscriminado de la tecnología, que afecta seriamente el dormir bien y el sueño”, señaló.

Al respecto de estos trastornos del sueño, Averbuch advirtió que estos afectan a la calidad de vida. “Dormir menos de seis horas diarias no es saludable para nadie, y las consecuencias de la privación crónica de sueño tiene consecuencias graves”, manifestó.

Entre las secuelas, se encuentran modificaciones en el sistema nervioso autónomo, endocrino, metabólico e inmune, que hacer crecer el “riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y cáncer”.

También hay consecuencias neurocongnitivas, como cambios en la atención, reducción del estado de alerta y la capacidad de concentrase, y problemas de creatividad y productividad; emotivas, como fluctuaciones en los estados del humor, ansiedad y depresión; y sociales en las formas de interactuar con los demás.

HÁBITOS PARA DORMIR MEJOR

La doctora especialista en medicina del sueño brindó algunos consejos para promover buenos hábitos y mejorar la calidad del sueño.

  • Fijar horarios regulares para trabajar, comer y dormir. “Acostarse y levantarse a la misma hora cada día ayuda a la calidad del sueño y sincronizar nuestro reloj biológico”.
  • Evitar el exceso de pantallas por lo menos media hora antes de dormir. “Estos aparatos electrónicos emiten una luz azul que generan un insomnio tecnológico”.
  • El dormitorio debe ser el santuario del sueño. “Pocos muebles, sin ruido, con una temperatura confortable y oscuro”.
  • Utilizar la cama solo en horario nocturno y para dormir. “No ver televisor, comer o trabajar desde la cama”.
  • Realizar una actividad física moderada. “Hay que evitar el ejercicio enérgico algunas horas antes de ir a la cama, porque aumenta la temperatura corporal y ara dormir es necesario que baje un grado y medio”.
  • Evitar comidas pesadas en la noche. “El sistema digestivo también descansa en la noche. Además hay que evitar los estimulantes como la cafeína, mateína, nicotina y el alcohol”.
  • Apretar el botón off media hora antes de dormir. “Hacer una actividad relajante sin aparatos electrónicos y frizar la preocupaciones y pendientes hasta la mañana siguiente. Seguramente durante el sueño vamos a resolver gran cantidad de estos problemas, porque se procesa mejor la información, se elaboran nuevas soluciones y perspectivas”.

Fuente: Newsweek.com.ar